Blancas y negras.
Y mientras sus dedos contaban historias de Pachelbel él la miraba boquiabierto y pensaba que jamás había visto algo tan... tan... bonito? sexy? mágico? engañoso?
Al llegar al cuarto pentagrama, segundo compás, comprendió que no tenía porque adjetivar lo que sentía.
Y mientras sus dedos contaban historias de Pachelbel él la miraba boquiabierto y pensaba que jamás había visto algo tan... tan... bonito? sexy? mágico? engañoso?
Al llegar al cuarto pentagrama, segundo compás, comprendió que no tenía porque adjetivar lo que sentía.
2 Comments:
Ciertamente esa melodía era angelical. No me extraña que se quedará abducido por cada nota, por cada pentagrama que él tocaba un poco a tientas.
supongo que oigo el canon en re mayor.
disfrutalo.
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