lunes, julio 10, 2006

No sabía cuanto tiempo llevaba inconsciente ni por qué, sólo conservaba el dolor de cabeza y la boca seca. Intentó moverse pero pronto encontró un límite a su movimiento. A un lado, arriba, abajo, al otro lado. Abrió los ojos, pero no le respondían. El satén que le rodeaba estaba frío como el acero. Nunca supo por qué lo enterraron vivo.

2 Comments:

Blogger Pau said...

catalepsia?

Supongo que ese es el "truco"...

A veces parece que estamos muertos en vida, la historia está en despertarse muy muy pronto, justo cunado el embalsamador te está poniendo guapo, y calzarle una ostia, a él y a todos los que te quieren ver bajo tierra. Que les jodan.

11:07 a. m.  
Blogger Quique said...

era algo mucho menos rebuscado, simplemente le habían dormido y al ataúd. Una banda de maleantes :D

4:29 p. m.  

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