Caían, ya, las luces de neón como estrellas sobre el horizonte que expiraba el último rayo de sol rojo. Dentro del coche se iban sucediendo los reflejos ambar y dorados. El exterior giraba al ritmo suave de una cámara lenta, casi inmóvil, dejándose acariciar por los segundos.
En esos momentos te sientes el rey de la ciudad.

Apretó tanto los puños que las uñas le hicieron sangrar las palmas.
Le había visto. Estaba con otra.

Iba andando por la vida pegándole patadas a las piedras. Un día encontró un pétalo debajo de una. Así que desde entonces se agacha a levantar cada piedra con la mano. Disfruta el camino, disfruta de las piedras.
Y los pétalos.

(Le toca a Pau, pero está fuera, yo me voy hoy... y había que escribir algo)

-Sólo piensas en tus objetivos, en tu vida,... mi, mi, mi.
( Callo, pienso: no, voy a pensar en tus objetivos, en tu vida, en tus problemas,... por 240 euros)
- Vale, me voy a mi casa.

-Estas enfadada?
-No, vale, un beso, hasta luego.

Piiiiii
...
Ring, ring, ring

-Uy, dime!?
-Eres idiota.
-Qué? por? qué he hecho?
-No insistir.
-...
-...

Piiiiii

Intentó levantar la cabeza, no pudo. Intentó abrir los brazos, también encontró un límite. Acarició con la punta de los dedos el satén que le rodeaba, estaba frío. Notaba sobre sí mismo toneladas de peso.
Mierda, sabía que la catalepsia un día de estos le iba a joder. Enterrado vivo.

Él sólo quería broncearse, el moreno le sentaba bien.
Las alas se derritieron e Ícaro cayó, muerindo.
Dédalo nunca comprendió lo del bronceado, así que inventó un cuento acerca de retar al sol.
Le daba verguenza confirmar que su hijo era gilipollas.

- Perdón.
- ...¿Sí?
- Te amo
- ... eh... pero si no nos conocemos.
- Por eso. Eres cuento, eres canción, eres perfecta.

A: Qué nota has sacado?
B: Un siete.
A: Jajaja yo un siete y medio!!!
B: Aha
A: Medio punto más que tú!!!!
B: Aha
A: Estás picado?
B: no, hay cosas en las que se que siempre sacarias un diez.
A: Si? en Cuál?
B: En Gilipollas, ni lo dudes.

Gotero. Te lo pinchan. El cielo está blanco. No pasa nada. Se acercan. Pinchan el gotero. El cerebro se contrae. 3,2,1. Blanco, negro.
Ya está, todo ha salido bien. Llevadlo a la habitación.

Tenía conjuntivitis y no pudo ponerse las lentillas. Las gafas las había perdido hacía semanas. Decidió irse a trabajar y probar suerte...
Aquel día el índice de suicidios se disparó.
Cuando se enteró se fue directamente a una óptica a por unas gafas nuevas, y es que, Cupido no podía permitirse este tipo de errores.

PD: Feliz San Valentín.

- No me atrevo a besarte.
- ¿Por?
- Tengo miedo.
- Nunca sabrás si merecía la pena. Ahora yo no te dejo.
Entonces la besó. Ella se dejó.

Acabaron. El se limpiaba. Ella fumaba. Se miraron.
"Sabes, esto no se lo podemos contar a Mamá"

-¿Tú me quieres?
- No, ¿por?
- Nada, hay veces que lo parece.
- ¡Ah! Pues no.

Vaya, sería padre de nuevo, se lo había dicho por la mañana... Desde luego era curioso, sería que la vasectomía que se había hecho un año y medio antes sólo funcionaría si se lo contaba a su esposa?

En un atasco.
-Mierda, 10 minutos aquí ya. No voy a llegar nunca. Voy a enviarle un mensaje al papá para que vaya por la otra carretera.

En un ambulancia. Suena un móvil "bip bip".
- Vaya, se ve que alguien le busca. Llama al número que vayan al hospital. Menudo atasco se ha montado.

Era la primera vez que se acostaban. Al acabar ella se fue al baño. Meo sin cerrar la puerta. Aquello le superó, se levantó, se vistió y se fue de allí...

Recogió con el dedo la cera liquída, que coronaba la vela, y la puso sobre su pecho. Así-le dijo- cuando alguien abra tu corazón, se romperá, y tendrás que conseguir otro sobre. Como el sello de las cartas antiguas.

Peter intentó ponerse las mallas. Le fue del todo imposible. Tenía demasiada barriga para abrocharlas doce años después. Campanilla se reía por no llorar.
Sic transit gloria mundi .

Un sabor ácido subía por su garganta para recordarle que no sabía cómo moverse, que todo le daba vueltas, que no conocía nortes. Y todo por una mirada no correspondida. Qué mala es la autocompasión.

De niño le dijeron que bajo de cada piedra podía haber un escorpión. Vivió asustado.
Cunado creció sustituyó a las piedras por mujeres y a los escorpiones por mentiras. Murió asustado.

Por fin notaba el viento deslizarse por su cara con velocidad, esa sensación del aire presionando a cien kilometros hora.
Por fin había decidido tirarse.

Ves, desnudo ganas mucho, la sotana te hace más viejo...